Disfruta de este completo plato en tu reunión más especial.

Es el rey de las frutas de otoño. El membrillo es muy apreciado por la elaboración del dulce y la carne que se aprovecha de él. Pero además tiene unas propiedades nutricionales fantásticas. Es por ello, por lo que se utiliza para su consumo tanto en recetas dulces como saladas, y desde los platos más simples a los más elaborados.

Un manjar que puedes consumir en desayunos, meriendas, postres, durante un picoteo con los amigos, o para acompañar como aperitivo en un cóctel. ¡No te lo pienses más! Esta receta de membrillo es una auténtica delicia para llevártela a la boca en cualquier momento. 

Disfruta además de la fusión del sabor dulce del membrillo con el pescado y la carne.  Inspirada en aquella receta tradicional que hacían nuestras abuelas, totalmente natural, a partir sólo de fruta fresca seleccionada, sin conservantes ni aditivos artificiales. El sabor de siempre con toda la calidad y el cuidado que mereces.

¡Manos a la obra con los salmonetes y la ensalada con membrillo!

  • Nutrientes que aporta: fibra, potasio, taninos, pectinas, vitaminas A y C, K, B9

 

Ingredientes:

-Para el salmonete:

-Para la espuma de almendra:

  • 50 g de leche UHT
  • 150 g de pasta de almendra cruda
  • 220 g de nata
  • 3 hojas gelatina
  • Sal

 -Para el licuado de wakame:

- Para la ensalada de wakame:

-Para el rabo de cerdo cocido:

  • 20 rabos de cerdo ibérico
  • 1 l de vino blanco
  • 1 l agua
  • 4 cayenas
  • 2 c/s de concentrado de carne
  • 1 c/s de sal marina
  • 10 dientes de ajo
  • 20 unidades de pimienta negra

 

Elaboración:

  1. Comenzaremos esta receta casera elaborando primero el salmonete. Para ello, fileteamos el salmonete cuidadosamente y le quitamos la mitad de escamas de cada filete. Después lo desespinamos y masajeamos el filete con un movimiento ondulado sin romper las escamas. A continuación, en una sartén calentamos a máxima temperatura el aceite de oliva sin quemarlo y en un colador al revés, colocamos el salmonete inclinado con una cazuela por debajo para recuperar el aceite.
  2. Después, vertemos en el sentido contrario de las escamas el aceite caliente con un cazo hasta que el salmonete esté cocido y las escamas bien levantadas y crujientes como cristales. Sazonamos nuestro pescado y reservamos para emplatar más tarde.
  3. A continuación, para la espuma de almendra vamos mezclando la leche y la pasta de almendra. Después, entibiamos la nata y disolvemos la gelatina previamente remojada. Mezclamos todo bien y pasamos por un chino fino. Luego lo introducimos en el sifón con cargas y espumamos en frío.
  4. Continuamos con el licuado de wakame mezclando todos los ingredientes en un bol para después pasarlos por la licuadora. Una vez obtenido el líquido, colamos bien y reservamos. Atemperamos bien el licuado, para que la grasa se integre en el líquido.
  5. Para la ensalada de wakame lavamos bien el wakame y blanqueamos 10 segundos en el agua de cocción. Reservamos el wakame colado en el frío. (Nota: si cocemos más el wakame se pone gelatinoso). A continuación, cortamos las cebolletas en juliana superfina y metemos en agua con hielo. Cortamos también las almendras frescas en bastones y mezclamos el aceite y el vinagre de módena. Sacamos las cebollas del agua con hielo y las secamos bien en papel. Añadimos luego los dados de Membrillo Santa Teresa y mezclamos todos los ingredientes.
  6. Para el rabo de cerdo, utilizamos primero un soplete para quemar todos los pelos que puedan quedar y los lavamos bien bajo el agua. Los colocamos en una olla exprés junto con el resto de los ingredientes, cerramos la olla y ponemos al fuego. Cuando la presión ha llegado al nivel del color amarillo, contamos 1h 45 minutos, y una vez finalizado este tiempo, extraemos la olla del fuego, dejando que baje la presión antes de abrir.
  7. Por último, emplatamos colocando sobre la base de un plato el salmonete junto con la espuma de almendra, la ensalada y el rabo de cerdo. También esparciremos unos frutos secos por el resto del plato. ¡Y listo!

 

Con qué acompañar esta receta.

Aunque este plato es un plato muy completo por su variedad de ingredientes, puedes acompañar esta receta con un rico postre, unas pastas de membrillo o unas frutas de temporada. También puedes maridarlo con un buen vino tinto. Un plato cargado de proteínas y apto para todos los públicos.  La combinación perfecta para disfrutar de una comida rica y saludable. ¡Listo para triunfar!

 

Sabías que…

Antiguamente se pensaba que los membrillos eran un tipo de manzana y se consumían asados con miel y cubiertos con una capa de harina. Con el descubrimiento y el mayor uso del azúcar, se comenzó a elaborar el dulce de membrillo que hoy conocemos. Además, se empleaban no sólo como alimento, sino también como remedio eficaz contra las indigestiones. Esto te da una idea de las grandes propiedades que te ofrece esta fruta.

Nos ayuda a bajar el nivel de colesterol, la hipertensión, mejora el tránsito intestinal gracias a su gran aporte de fibra y tiene efecto desintoxicante debido al ácido málico que contiene. Además, combate la retención de líquidos y, por su gran fuente de potasio, ayuda a nuestro sistema muscular y nervioso.

 

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