Este mes de octubre es muy especial para Santa Teresa por muchos motivos. El primero es porque celebramos la fiesta de nuestra patrona, Santa Teresa de Jesús y lo hacemos además cumpliendo 160 años en este 2020. Pero además nos encanta esta época del año ya que podemos disfrutar de productos geniales de temporada. Uno de ellos y que elaboramos con mucho cariño para ti, es el membrillo. ¿Quién puede resistirse a su textura y sabor? Es perfecto para disfrutarlo en meriendas, aperitivos o postres, pero por supuesto también para incluirlo en nuestras recetas saladas.

La que te traemos hoy es un buen ejemplo de ello. Queremos convertir al Membrillo Santa Teresa en el protagonista del plato de hoy. Además, es tan fácil de elaborar que podrás realizarlo junto a los más pequeños de la casa ¿te apuntas?

El Membrillo Santa Teresa

Es uno de nuestros productos estrella, pero no lo decimos nosotros, sino los miles de amigos que disfrutáis y avaláis su calidad. Lo cierto es que ponemos todo el empeño del mundo para lograr un producto que satisfaga a los paladares más exigentes. El único truco está en seleccionar la mejor fruta fresca y elaborarlo manteniendo la receta tradicional.

Dentro de la familia de Membrillo Santa Teresa puedes encontrar Membrillo para Untar que es ideal para tostadas o Membrillo con Nueces Santa Teresa. Sin embargo, para la receta de hoy optaremos por la versión más clásica en un formato muy práctico: El Membrillo en Lonchas Santa Teresa.

¿Qué ingredientes vamos a necesitar?

Con muy pocos ingredientes lograremos un bocado de dioses.  Necesitaremos un paquete de obleas de empanadilla, un rulo de queso de cabra (te recomendamos el de Elvira García que puedes encontrar en nuestra página web), un huevo y por supuesto nuestro Membrillo en Lonchas Santa Teresa.

Paso 1: Preparación

Lo primero que vamos a hacer es tener preparados todos los ingredientes para que luego nos sea más fácil montar nuestras empanadillas. En primer lugar, bate el huevo, ya que lo necesitaremos posteriormente para pintarlas y conseguir ese color brillante que diga “cómeme”.

También debes cortar tanto el queso de cabra como el membrillo en porciones adecuadas para ser colocadas en el interior de las empanadillas. Para ello, solo tienes que hacer la prueba de poner alguna pieza en la mitad de una oblea y comprobar que queda espacio para plegarlas y sellarlas.  Si lo tienes todo podemos avanzar al paso dos.

Paso 2: Montaje de las empanadillas

Prepara una bandeja con papel de horno y precalienta este a 180 grados. Vamos a hacerlas así y no fritas para obtener un plato menos calórico y más sano, pero recuerda que también puedes probarlas de ese modo si te apetece. En la bandeja colocamos las obleas dejando margen suficiente entre ellas.

A continuación, vamos rellenándolas de manera cuidadosa como hemos visto en el paso anterior y con la ayuda de un tenedor iremos sellándolas para conseguir que el relleno quede perfectamente aislado en el interior de la empanadilla.

Por último y con ayuda de una lengua, pinta con huevo el exterior, esto le dará un brillo muy especial. Si no tienes, puedes hacerlo con las manos bien limpias o con ayuda de una cuchara.

Paso 3: Horneado y presentación

Cuando el horno haya alcanzado la temperatura deseada y tengas preparadas las empanadillas, puedes proceder a introducirlas. Si todo está bien, necesitarás apenas quince minutos para que estén listas. Puedes jugar con algunos minutos más para obtener un acabado más hecho. Pero cuidado, ya sabes que no hay nada peor que un alimento quemado, tanto para la salud como para el paladar.

Te recomendamos presentarlas con una ensalada de rúcula y frambuesas, aliñada con aceite de olvida virgen extra. De este modo tendremos sobre nuestro mantel una comida sabrosa y sana.