Disfruta de la gastronomía vasca con estos deliciosos pasteles de mermelada de membrillo.

Es el rey de las frutas de otoño. El membrillo es muy apreciado por la elaboración del dulce y la carne que se aprovecha de él. Pero además tiene unas propiedades nutricionales fantásticas. Es por ello, por lo que se utiliza para su consumo tanto en recetas dulces como saladas, y desde los platos más simples a los más elaborados.

Un manjar que puedes consumir en desayunos, meriendas, postres, durante un picoteo con los amigos, o para acompañar como aperitivo en un cóctel. ¡No te lo pienses más! Esta receta de membrillo es una auténtica delicia para llevártela a la boca en cualquier momento.

Disfruta además de la fusión del sabor dulce del membrillo con la suave textura de la mermelada y la crema integradas en un crujiente pastelito. Inspirada en aquella receta tradicional que hacían nuestras abuelas, totalmente natural, a partir sólo de fruta fresca seleccionada, sin conservantes ni aditivos artificiales. El sabor de siempre con toda la calidad y el cuidado que mereces.

 

¡Manos a la obra con los pastelitos!

  • Nutrientes que aporta: fibra, potasio, taninos, pectinas, vitaminas A y C

 

Ingredientes:

-          Para la masa quebrada:

  • 250 gr de harina
  • 50 gr de almendra molida
  • 150 gr de mantequilla
  • 150 gr de azúcar
  • 1 huevo
  • 2 cucharadas de ron
  • 1 pizca de sal

-          Para la crema pastelera:

  • 500 ml de leche entera
  • 4 yemas de huevo
  • 100 gr de azúcar
  • 50 gr de maicena
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

 

Elaboración:

  1. Comenzaremos preparando la crema pastelera. En un vaso, separamos un poco de leche. En esta pequeña cantidad disolvemos la maicena. Por otro lado, ponemos el resto de la leche en un cazo a calentar a fuego lento: mientras se va calentando, vamos batiendo los huevos con el azúcar y la esencia de vainilla en otro recipiente. Mezclamos también la leche con la maicena disuelta con los huevos batidos. Iremos añadiendo esta mezcla al cazo con la leche que estamos calentando, lo haremos poco a poco, sin parar de remover. Veremos que la mezcla irá espesando. Una vez tenga la textura deseada apartamos del fuego y dejamos enfriar completamente.
  2. A continuación, nos ponemos con la masa quebrada. Empezamos mezclando la harina, la almendra, la sal y el azúcar. Después, cortamos en dados la mantequilla. Con las manos empezamos a amasar, para mezclar bien la mantequilla, aunque quedarán muchos grumos. Después añadimos el huevo batido con el ron. Seguimos amasando, intentando integrar bien la harina, aunque la masa será arenosa.
  3. Separamos la masa en dos porciones, una mayor que otra, envolvemos en film y dejamos guardada en la nevera durante 1 hora. Una vez frías y reposadas, las estiramos individualmente con la ayuda de un rodillo y entre dos hojas de papel vegetal para evitar que se nos pegue y las metemos ya estiradas de nuevo en la nevera hasta que esté durita.
  4. En este paso montaremos los pastelitos. Sacamos la masa, la más grande de las dos, le retiramos el papel vegetal y cortamos la masa en círculos.  Con los dedos adaptamos la masa al molde, si se nos rompe no pasa nada, con los dedos apretamos la masa y unimos grietas. Luego ponemos la crema, en abundante cantidad, y después, la Mermelada de Membrillo Santa Teresa.
  5. Sacamos el resto de masa de la nevera. Cortamos también en círculos y los colocamos para sellar los pastelitos. Sellamos bien los bordes para que no se nos salga el relleno. Metemos el pastel en la nevera durante otros 15 minutos y mientras se vuelve a enfriar todo vamos precalentando el horno, a 180ºC. Batimos un huevo para pincelar nuestros pastelitos.
  6. Sacamos los pasteles de la nevera, los pintamos con el huevo batido y lo metemos al horno durante unos 30 ó 35 minutos hasta que quede doradito. Una vez listo, los dejamos enfriar. ¡Y listos para disfrutar!

 

Con qué acompañar esta receta.

Aunque puedes consumir estos originales pasteles típicos del País Vasco como postre, también puedes servirlos como aperitivo en tus reuniones familiares o con amigos, en tu cena o fiesta de Navidad, acompañados de un café, una infusión o complementarlos con frutos secos, por ejemplo.

¡Y elige la mejor alternativa para un snack con tus invitados más especiales!

Un excelente complemento para niños, jóvenes y deportistas pues es una completa fuente de hidratos de carbono simples y de vitaminas y minerales.

 

Sabías que…

¿Sabías que en Grecia el membrillo se les regalaba a las mujeres recién casadas como signo de fertilidad? Esto te da una idea de las grandes propiedades que te ofrece esta fruta.

Nos ayuda a bajar el nivel de colesterol, la hipertensión, mejora el tránsito intestinal gracias a su gran aporte de fibra y tiene efecto desintoxicante debido al ácido málico que contiene. Además, combate la retención de líquidos y, por su gran fuente de potasio, ayuda a nuestro sistema muscular y nervioso.

 

No olvides que puedes encontrar la Mermelada de Membrillo con Jengibre Santa Teresa y otros productos de la marca Santa Teresa en nuestra página web, en los distintos centros gastronómicos Santa Teresa Shop, o en grandes superficies.