Murallitas de Santa Teresa 375 g

Receta Tradicional que Cuidamos con Mucho Mimo

Recetas de galletas hay muchas, desde luego. Pero las Murallitas de Santa Teresa conservan ese delicioso toque de lo tradicional, por su elaboración artesana y sus ingredientes de calidad.

En Santa Teresa, fieles a nuestra filosofía “somos lo que comemos”, ponemos todo nuestro esfuerzo y nuestro cariño en cada una de nuestras elaboraciones. Cuidando desde el primer momento del proceso, y la selección de los mejores ingredientes naturales.

Sin conservantes, ni aditivos artificiales, con una producción totalmente artesana. Porque lo natural es que disfrutes de la máxima calidad y de los mejores productos de nuestra gastronomía.

Las Galletas de Toda la Vida, Como Hechas en Casa

Con una base de suave mantequilla, huevos y leche, según la receta clásica de las galletas, las Murallitas Santa Teresa se aromatizan levemente con notas de canela, limón, naranja y vainilla. Para que cada vez que saborees una de ellas disfrutes con todos los sentidos.

Y, como queremos que sientas el sabor de las mejores galletas caseras, como hechas en casa, no hemos añadido nada más. Bueno, sí: el cariño y el cuidado que ponemos en todas nuestras elaboraciones para ofrecerte unos productos de gran calidad.

Ávila y Su Muralla

Si algo caracteriza a la ciudad de Ávila, esa es su muralla. Con un perímetro de más de 2 kilómetros de diámetro, este imponente monumento, Patrimonio de la Humanidad, es conocido mundialmente, y ligado indisolublemente a la ciudad medieval. Su silueta inconfundible, con sus nueve puertas, sus 88 torreones, y sus 250 almenas, es la imagen clásica de esta tierra que vio nacer a nuestra empresa hace más de 150 años.

Por eso, en Santa Teresa no podíamos dejar de homenajear a nuestro monumento más icónico, llevando un pedacito de Ávila a todos los rincones. Con nuestras auténticas Yemas de Santa Teresa, las Murallitas constituyen un perfecto regalo o recuerdo de nuestro paso por la ciudad, un detalle para presumir de nuestra tierra. Pero, sobre todo, un placer para degustar en meriendas o en cafés de media mañana. Un sabor único con una forma muy especial.